– ¿Se puede saber qué haces?
Amanda se sobresaltó y a punto estuvo de caer sobre el somier. Una vez recuperado el equilibrio contestó:
– Bueno, dicen que "desafortunado en el juego, afortunado en el amor". Pues yo sólo equilibro mi suerte.
– ¿Colocando un As de corazones bajo el colchón de nuestra cama?
– Pues sí. ¿Te parece mal? –preguntó mientras lo miraba avergonzada.
Se hizo el silencio, pero ninguno de los dos apartaba la vista del otro. De repente, Mario dejó escapar una risita por lo bajo y, rodeándola con sus brazos, le susurró al oído:
– Me encantas.
-Texto: Duna Loves
ohhhh que bonito ^^
ResponderEliminareso si que es un momento cuco jeje
besitos
Pero qué mona es Amanda :)
ResponderEliminar¡Un beso!
Esa tal Amanda es muy pero que muy especial...:)
ResponderEliminarUn muá.
Yo debajo del colchón escondo elefantes y carcajadas. Pero no se lo digas a nadie.
ResponderEliminar(turrónysonrisa)
que eche toda la baraja ;)
ResponderEliminarme comería a Amanda ;)
ResponderEliminarUna manera bonita de querer conservar el amor, me gusta!
ResponderEliminary parece que le dio resultado.
ResponderEliminarregresare por aqui a leerte.
un saludo en la lejania.