10.1.11

El corazón en las rodillas

Siempre se caía. Siempre. Jugando a la comba, con la pelota, con el elástico... hasta con el hula-hop. Porque siempre tenía mejores cosas que hacer que mirar dónde pisaba. Y siempre caía de rodillas. A la tercera caída, que ya era aguantar mucho, se le hizo una herida muy fea en la rodilla izquierda que necesitó mimos y mercromina. Pero a los dos días volvía a tropezar, volvía a caer y volvía a arañarse la rodilla. No tenía remedio.

Con el tiempo, le quedó una cicatriz que ella, tan presumida, siempre intentaba esconder. Hasta que su primer novio (si se puede tener uno a los ocho años) se la vió durante un recreo que ambos pasaron sentados en los columpios. Ella no podía culparlo. Los vestidos no están hechos para hacer ciertas cosas en los columpios. David miraba fijamente la marca que cruzaba la pierna de su novia. "Parece un...". Pero cuando quiso tocarla ella se apartó. Al segundo intento, algo más confiado, comenzó a acariciarla con cuidado.

–Tienes el corazón en las rodillas –le dijo– Sólo necesitas que te quieran un poquito más. No te preocupes, yo te quiero mucho.

Fue su primer beso. Y siempre le quedará ese pequeño corazoncito arrugado para recordarlo.

-Texto: Duna Loves

36 comentarios:

  1. oohhh que historia mas dulce de columpios y vestidos!:)

    ResponderEliminar
  2. Dicen que ese es el más bonito, más sincero y el que nunca se olvida :)

    ResponderEliminar
  3. que preciosa historia =)

    ResponderEliminar
  4. ooh que tierno! yo también quiero que me quieran un poquito más!

    ResponderEliminar
  5. haaaa hermosa entrada yo quiero un corazon en las rodillas!!

    P.d me encanto el barco de papel!!

    ResponderEliminar
  6. Jooooooolin Duna, eres tremendamente bonita y amablemente duce. Me ha encantado, que digo encantado, me ha enamorado!!!!!

    Besos con el corazón en la mano.

    ResponderEliminar
  7. Dulce inocencia... que bonitos!
    Besitos de buenas noches!

    ResponderEliminar
  8. los mejores "amores" son los de cuando somos unos enanos :) aun por encima, ni siquiera nos hacen sufrir y está claro que nunca se olvidan ^^

    ResponderEliminar
  9. Normal pues que se caiga, lo mejor es que siempre hay mercromina...

    Besicos

    ResponderEliminar
  10. Es sin duda la historia de amor más dulce que te he leído y eso que aún me acuerdo de aquella del as debajo de la cama (sí, me marcó ^^).
    Aiss, me ha encantado, de verdad!
    Ese pequeño es un perfecto hombre en potencia ^^ Si ya es así de cuco de pequeño... =)

    Un besito!

    ResponderEliminar
  11. Una dulce y tierna historia.
    Ahora, con el betadine, las heridas no lucen tanto

    ResponderEliminar
  12. yo también tengo una cicatriz en la rodilla :)
    por cierto me encanta el cambio del blog!
    un beso :*

    ResponderEliminar
  13. jejeje es solo una historia, aun no soy yo.. :) un besito

    ResponderEliminar
  14. está falta de cariño ..
    pero el cariño hay que ganárselo ..

    ResponderEliminar
  15. qué historias tan originales...
    sencillez original...

    muy grande y entretenida sí señora!

    ResponderEliminar
  16. Gracias por tu comentario, de veras. No me leí tu blog de arriba a abajo, no te voy amentir, pero si lei tus entradas y enfin..no hay palabras..tus entradas son geniales, ojalá pudiera escribir como tú de bien, pero bueno supongo que me ganas en años de experiencia. Y en cuanto a tus plagios lo he leido, y me parece una pasada, normal que te mosquearas, la verdad esque yo nunca he mirado a ver si me los copian, bueno antes tenia otro blog, y este nuevo como soy nueva espero que no haya habiado muchos. Que sepas que te entiendo. Y bueno te sigo, me has convencido con tu blog, me gustó demasiado para no quedarme. Un beso enorme guapa y que tengas un feliz año

    ResponderEliminar
  17. ¡Qué tierno!
    Sin duda, no hay nada como inocencia de los niños :)
    Besos :*

    ResponderEliminar
  18. Siempre que te leo pienso que ¡eres genial!...

    ResponderEliminar
  19. lo mejor para los descalabros (y de esto Ana sabe mucho) es apretar bien los dientes y no echar una sola lágrima. así se enfurruñan, y para no quedar como unos blandengues dejan de quejarse sacando heridas cada dos por tres. así que ya sabes, la próxima vez que la veas (tenga los años que tenga) se lo cuentas.

    pd: me apetece dejarte tres lunares y medio. el otro medio me lo guardo, para otro día.

    ResponderEliminar
  20. Linda gracias por pasar, me encanta como escribis. Yo ya tengo 2 marquitas en la misma rodilla por caerme, una saltando de la cama y otra del año pasado en la nieve (: ahun asi eso me queda de recuerdo de algunas cosas que nunca se olvidan.
    Besitos!

    ResponderEliminar
  21. qué buen relato, me imagino saltando a la comba y cayendo de pecho... el resultado sería parecido.
    un saludo

    ResponderEliminar
  22. Jaja muy bueno! ^^
    lo mejor para vos, lindo blog.

    ResponderEliminar

¿Añades un remiendo? :)