Luego le dijo que tenía que volver, que no podía quedarse en París, que Clara no tenía la culpa de sus locuras.
Cecile se sintió aliviada. Pero triste.
-¿Y qué va a ser de nosotros?
-No lo sé. -Guardó silencio. Siguió escuchando la canción que hablaba de dos viejos amantes-. Hay que acostumbrarse a saber que hay cosas que no sabemos y una de ellas, como ya hemos comprobado, es el destino. -La miró a ella y vio lágrimas en sus ojos-. Improvisaremos, como buenos músicos.
Sabor a canela, de José Carlos Carmona
toda la razon bonita ^^
ResponderEliminarimprovisar, es todo un arte
ResponderEliminarun beso bonita :)
que lindo ^^
ResponderEliminarestoy con nacho, improvisar es todo un arte, y además complicado!:)
ResponderEliminarmuah
¿sabes? Improvisar es un verbo que sabe y huele muy, muy bien (a vainilla)
ResponderEliminarCrêpes.
Genial, es como el free jazz llevado al corazón ;)
ResponderEliminarBesos Bella
Yo a veces me pregunto si existe el destino. Nos pasamos la vida improvisando, es lo divertido, no? ;)
ResponderEliminarPero improvisar es la sal de la vida ¿no? :)
ResponderEliminar:D me gusta
ResponderEliminar♥
ResponderEliminarque fragmento más bueno! :)
ResponderEliminarA veces no nos queda otra cosa más que hacer que improvisar en esta vida.
ResponderEliminarMe encantó el fragmento.
¡Besitos!
Sobre la marcha y sin prisa... el mejor modo, sin duda ;O
ResponderEliminarBesos.
PD: Adoro la canela.
genial esa fragmento!!!! gracia spro pasar un besoo
ResponderEliminarHola! El blog es una monada, las fotos me encantan!!! te sigo.
ResponderEliminarMe encanta la entrada:)
Que preciosidad. Improvisar nunca
ResponderEliminarviene mal.
para mi todo pasa por algo, las cosas que te ocurren son por una razon, no? un beso
ResponderEliminarQue bonito es improvisar, y que mal nos trata el destino. :)
ResponderEliminarSaludos!
el bonito arte de improvisar!
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