Amanda tenía una fijación muy particular por las lavadoras. No podía evitar compararlas con las relaciones. No es la primera vez. Ella es fanática de quererse en ciclos cortos, pero intensos. De las que pasan de la calma al centrifugado sin pasos intermedios. De las que lavan a mano y con mimo las prendas delicadas. Y, por supuesto, piensa que salen mejor si están a buena temperatura.
Con los años, Mario también ha empezado a apreciar el encanto de su vieja lavadora. Ya ha perdido la cuenta de las veces que han comprobado su resistencia. Sí, definitivamente el programa largo es aburrido y previsible. El nivel de ruido ya es otra historia... ¿Y lo de la antivibración? Eso es una modernez.
A veces no estoy muy segura de si los dos hablan de lo mismo. Aunque lo importante es que se entienden ¡y sin recurrir al manual de instrucciones!
-Texto: Duna Loves
Que entrada tan original. La verdad es que, viéndolo así, yo también querría un ciclo corto e intenso, aunque, podría existir el largo e intenso.
ResponderEliminarUn abrazo
y muchos crêpes.
Hola!!!he pasado por aqui y me quedo! tienes una seguidora mas!
ResponderEliminarPasate por mi blog quedas oficialmente invitada XD
Besotes!!
Nunca leo las instrucciones. ;) Me ha encantado leerte de nuevo. Beijinhos.
ResponderEliminarMe ha gustado molto la comparación; muy divertida
ResponderEliminar(petons
acalorats)
Las cosas para conocerlas hay que ir probándolas, los manuales de instrucciones son demasiado aburridos.
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