12.12.12

Tratado sobre las relaciones (3)


Capítulo 3: La extraña pareja.

Saber dónde está el corazón no significa saber usarlo


¿Cuántas personas de las que pasan por aquí tienen pareja actualmente?
¿Cuántas no la tienen? Y de esas que no la tienen, ¿cuánto hace que no tenéis una?

Las personas con pareja se entregan a ella. O eso entiendo yo. Compartes tu vida con ella, la quieres, te hace mejor persona, te completa y todas esas cosas que se dicen según el grado de euforia que provoque el enamoramiento y la posterior fortaleza que alcance el compromiso.

Los que no la tienen, o son de los que salen a buscarla o de los que piensan que ya llegará. Especialmente en este último caso ¿qué hacemos mientras llega? ¿Perdemos "sensibilidad" frente a quienes tienen a alguien por la falta de práctica? No tienes pareja, bueno, pero tienes familia y amigos que te quieren y te apoyan. El problema es que el afecto y el apoyo no alcanza a ser el mismo. Con el tiempo, uno se pregunta si se le habrá olvidado eso de ligar porque has aprendido a vivir sin esa parte de ti. Aquí la pregunta del millón: ¿Vivir sin esa parte de ti mucho tiempo te vuelve una persona más fría? Con esto no digo que sólo puedas ser una persona completa si tienes a alguien a tu lado, pero sí eres una persona diferente cuando tienes pareja de cuando no la tienes. Es inevitable. 

Y ahora llega la segunda parte de la cuestión porque me encanta complicar las cosas...

Ya no vivimos en la época de nuestros padres o de nuestros abuelos, no necesitamos de una pareja estable para cubrir determinadas necesidades. Y cuando una persona pasa un tiempo sin pareja, esto se convierte en una opción perfectamente válida. Me incluyo.  Como ya sabéis, soy de la filosofía de "Quiéreme lo que dura un polvo si quieres, pero quiéreme de verdad". Hace mucho tiempo que escribí ese texto y ahora voy a detenerme a explicar su sentido: No somos pareja, pero en el momento en el que se desarrolle nuestro encuentro, quiéreme como si lo fuera. Después, podemos seguir siendo amigos.

Es un momento como éste el que te puede devolver parte de esa calidez perdida. Sienta muy bien que ese alguien, aunque sólo sea en ese momento y sólo signifique lo que signifique, te abrace, te diga lo bien que estás hoy, te mire de esa manera... Compruebas que esa persona que eres, la enamorada, sigue ahí, aunque ahora no la veas. Será una forma de pareja extraña, breve, una pareja moderna, pero al fin y al cabo es una pareja y sin compromiso. Que, aunque a veces no lo parezca, a nosotras también nos gusta.

-Texto y fotografía: Duna Loves
También en Facebook

6 comentarios:

  1. Guau, la verdad es que es una entrada que me ha hecho pensar muchísimo. Realmente yo pienso que las personas sin pareja deberían de estar menos obsesionadas con eso, porque es algo que llegará y que puedes ir tú a buscarlo, no sentarte y esperar a que pasen los años. Es verdad que puedo verlo así porque actualmente tengo pareja, pero he estado toda mi vida sin ella y he visto que los amigos y los familiares siguen estando ahí, no de la misma forma, pero jamás debemos sentirnos solos completamente, porque hay otras personas que estuvieron y estarán con nosotros. Y también, lo que has añadido, eso no quiere decir que algún día tengas ese calor corporal y ese deseo por alguien que mañana sigue siendo tu amigo.

    un abrazo
    grande.

    ResponderEliminar
  2. Genial reflexión, despues de leerla me he quedado un rato pensando....
    Me ha gustado mucho :)

    ResponderEliminar
  3. Da que pensar. Da que pensar mucho :)

    Yo creo que todos deberíamos (casi por ley, jaja) pasar un tiempo de nuestra vida "solos". Volvernos independientes, aprender que en un momento difícil, podremos seguir a delante estando con nosotros mismos. Quizás sí te vuelves más frío... pero nadie imagina el gustazo que es que te derritan... ;)

    Muy buen texto, y me ENCANTA tu blog.

    Un saludo :)

    ResponderEliminar
  4. me parece una entrada que justo da en el clavo en tooodos los sentidos y como siempre ay que sabia que eres dunita

    un beso bonita! :)!

    ResponderEliminar
  5. Desde luego, la gente que tenga como prioridad el tener pareja no va a disfrutar -o compartir- tus "Quiéreme lo que dura un polvo si quieres, pero quiéreme de verdad" (que yo opino igual), y mucho menos la soltería.

    muá, bonita.

    ResponderEliminar
  6. ¿Cuánto hace que no tengo pareja? Más de un año. Nunca he sido de darle mucha importancia a las fechas así que exactamente los meses al detalle ni los recuerdo. (o mejor decir que prefiero no indagar tanto en la herida de echar marcha atrás en el tiempo e ir contando mes a mes)

    Mientras llega tu pareja ¿qué hacemos? en mi caso me ocupo con cosas que me fascinan, me ocupo en mi desarrollo personal tanto para preparar mi futuro académico, como para cultivar tantas disciplinas artísticas como me llaman la atención. Me mantengo ocupado. ¿Eso te hace más frio? No lo creo, descargo todo mi cariño en esas cosas, en cuidar de mi y crecer como persona, en adaptarme a tener poco tiempo y tener que aprovechar ese tiempo para disfrutar de mis amigos tanto como pueda (o de mis aficiones, según lo que necesite socializarme ese día).

    El caso es que lo de tener poco tiempo es super importante, porque al final de tan poco que tengo no tengo huecos para pensar-en-qué-persona-necesito o para preocuparme por esas cosas, las he trasladado a un segundo plano, que no significa que sea más frío, es simplemente que esa necesidad no late con tanta fuerza, no es la prioridad como sí lo era para el Pliyo que tenía 8 (o 18) años y quería salvar a la princesa de las garras del dragón. El Pliyo de ahora quiere salvarse a sí mismo de pasar hambre, y lo quiere conseguir con todas sus fuerzas, y teme tener que irse de España, y teme dejar atrás a sus amigos, pero lo primero es no pasar hambre, ahí está la gran diferencia (en el caso de Pliyo).

    Intento fluir según vienen las cosas (que no significa que siempre lo consiga) Y sin embargo, sigo llorando con las películas, sigo emocionándome con un libro, las lágrimas se me siguen asomando a los ojos cuando uno de los míos está mal e intento ayudarle con todas mis ganas, y en general sigo siendo cariñoso tanto con ellos porque lo merecen como con otros que quizá podrían merecerlo (y arriesgas), ¿cómo no iba a hacerlo? es evidente que no uso las mismas expresiones que si estuviese en pareja, ni existe la misma intensidad, pero ese rugido, esa sensación se guarda por dentro. Cuando tenga motivos suficientes para sacar todo ese cariño con alguien, empezará esa fiesta-montaña-rusa.

    Hasta entonces: dedicación a mi mismo a tope. Es mi momento de crecer, es mi momento de enfrentarme al mundo, de saber estar solo, lo es desde que soy consciente del tiempo que tenemos por delante y de lo mucho que podemos hacer con él.

    En cuanto a la segunda parte...

    Es cierto que no necesitamos una pareja estable, pero ¿durante cuánto tiempo dura esa fuerza? ¿durante cuánto tiempo te enfrentas a la soledad con tanta confianza y tanta garra? Yo ahí no lo tengo tan claro.

    Sé que sí, que es bonito mientras eres joven creer eso de "Quiéreme lo que dura un polvo si quieres", pero... ¿durante cuánto tiempo puedes aguantar así y no querer algo más? ¿y no encapricharte sin querer? ¿y no volar pensando únicamente en una persona y en las ganas que tienes de volver a verla?

    En ese caso no lo tengo tan claro, quizá porque evito complicarme y cuando busco algo con alguien (no contemos esos amores de contenedor aquí) es porque veo posibilidad de algo más. Y quizá por eso me mantengo cuerdo. O quizá por eso no arriesgo, porque no me apetece o no quiero complicarme (según la época. Todo depende).

    Cada uno tenemos nuestra manera de sobrevivir a esto. Me apetecía compartir la mia.

    Un abrazo, Silvia : )


    ResponderEliminar

¿Añades un remiendo? :)