Descalza, despeinada y envuelta en una camiseta enorme, Amanda corrió a la puerta a recibir a Mario en cuanto oyó la llave en la cerradura.
–No te esperaba tan pronto.
–Ya veo. Cualquiera diría que te has estado comiendo la boca con alguien –sonrió–.
–¿Qué? –preguntó sin entender.
–Conociéndote, más bien parece que te has pintado los labios a la carrera en el asiento trasero de un taxi. Pero esto... –y extendió la mano hasta casi rozarle los labios.
–¡Ah! –exclamó aliviada– Pues... ésta... ésta es mi nueva barra de labios. ¿Quieres probarla?
Mario ya se preparaba para recibir un buen beso cuando Amanda le soltó "Pues sígueme a la cocina". Y huyó entre carcajadas y dando brincos con un novio más que asombrado pisándole los talones. En la cocina, Amanda había vuelto a su tarea. Mario la veía trabajar ensimismada y lo cierto era que, ahora que la miraba mejor, se daba cuenta de que, además de tener los labios rojos, una mancha del mismo color le cruzaba el bajo de la camiseta, como si se hubiera limpiado las manos en ella.
–Sé que no te hacen mucha gracia los frutos rojos, por eso te he guardado esto: una taza llena de moras negras. Ayúdame a colocarlas en las tartaletas, anda –pero el chico no reaccionaba– ¿Mario? ¡Mario!
Mario acababa de tener una idea...
–Creo que no me importaría probar esas grosellas si me dejas a mi la receta –y, decidido, la envolvió cuidadosamente con sus brazos y la sentó sobre la encimera– Veamos... Cogemos un poquito de esta mermelada de grosellas... Así, con la mano, y...
–¿Qué... qué haces? –preguntó ella algo temerosa–.
–Shh... calla. Es mi receta. Deja trabajar al cocinero.
Cuando vio que no se apartaba de él, Mario extendió con mucho cuidado un poco de la mermelada sobre los labios de Amanda.
–¡Tu nuevo rojo de labios! –exclamó triunfante. Después, se la comió sin más–.
–Creo que me has convencido –susurraba ella entre beso y beso– Me encanta tu receta. Voy a tener que dejarte cocinar más a menudo...
Pero Mario no podía responder. Estaba muy ocupado rebañando aquel rojo grosella.
No estaban tan mal los frutos rojos después de todo...
-Texto: Duna Loves
que perfecto :)
ResponderEliminarun besoo duna!
aaaains.
ResponderEliminarCada día alucino más como escribes tan bien :)
Que relato taan delicioso.
ResponderEliminaryo quiero un novio como ese!
ResponderEliminarOwww que ternura, amo esta parejita :) Besos
ResponderEliminarOhhhh q bonito!!! :)
ResponderEliminarPor fin se acabó el escapismo :)).
ResponderEliminarEs tremendamente dulce. Me encanta cuando escribes tan bonito, mi corazón se acelera.
Besos rojo pasión ;)
aiss que dulce !me gusta la receta ^^
ResponderEliminarun besito
Me gustó, en cuanto a darle de probar comida a la pareja, me hizo acordar muchísimo a Cirse, una historia sobre otro Mario, el cual trata de ser envenenado por su pareja, la cual ya mató a sus dos anteriores del mismo modo, fijate, tal vez te guste, saludos (;
ResponderEliminarEs súper tierna la historia, me encanta!
ResponderEliminarEscúchate Goutez-moi de Olivia Ruiz. Tiene un poco que ver con l texto.
Besosss!
alaaa que texto más genial!! muchas gracias por el comentario!!
ResponderEliminarme gusta un montón como escribes!
un beso
R*
no sabes que hambre me ha entrado... no te digo de qué claro! xD
ResponderEliminarGenial :)
delicioso y dulce...
ResponderEliminarperfecto.
No podía haber mejor receta. Una receta, casi secreta
ResponderEliminarPrecioso!
ResponderEliminarñam...¡Qué hambre!
awww! qe lindo Y es tan romantico me encanta :D
ResponderEliminaray que tierno =)
ResponderEliminarempezar el día leyendo cosas tan dulces, alegra a cualquiera
ResponderEliminarMe encanta como escribeS! un beso
ResponderEliminarPrecioso!!
ResponderEliminarOhhh eso si que es gastronomía ;)
ResponderEliminarBesicos
Simplemente me has encantadoo! :) Te sigo!
ResponderEliminarSoñando...
ResponderEliminaryo no volvería a cocinar en la vida...
ResponderEliminarq bonito! :)
ResponderEliminarme a encantado este texto, y los demás.
Te sigo.
Muy buen texto. Besos. ;)
ResponderEliminarHablando de soñar, tú consigues que sueñe con tus entradas.
ResponderEliminarEchaba de menos leerte :)
Será el rojo grosella el verdadero rojo pasión?
ResponderEliminar"se la comió sin más" Espontáneo, tierno.
ResponderEliminarEn la cocina se puede jugar a muchas cosas, un beso! :)
Increible!
ResponderEliminarMe encanta tu blog..!!
Adoro tu forma de escribir (:
Te sigo, por supuesto.
Me gustaría que te pasaras por mi blog.
Un beso!
http://masdeloquelaspalabraspuedenexpresar.blogspot.com/
aaaaay como ha volado mi imaginación con esta historia
ResponderEliminarmmm, rojo grosella :)
ResponderEliminarQué rico y dulce ! >.<
ResponderEliminarMe encanta :*