Tristán es un niño normal. Hace "cosas de niños", como dice su padre, aunque su madre se empeñe en asegurar que cada vez hace cosas más raras. A sus 6 años, durante el día Tristán va al colegio, corretea por todas partes, salta, juega a superhéroes... y, aunque se caiga, aún está tan cerca del suelo que pareciera de goma: no importa lo aparatosa que parezca la caída, al final siempre se levanta aunque sea con las rodillas en carne viva. Al principio llora, por el susto, pero después se levanta y vuelve a lo suyo como un valiente.
Sin embargo, cuando acaba el día la cosa cambia. Tristán pierde la valentía y, como niño que es, tiene miedo. "No hay que avergonzarse", le dice su abuelo, "todos los superhéroes tienen debilidades". La suya es el monstruo del armario y el de debajo de la cama –el hombre del saco y el coco están caducados–. Todas las noches su madre debe cerrar bien el armario y comprobar que bajo la cama todo está en su sitio. Su hermano Samuel le pincha mucho por ello, cosas de hermanos. Lo que Tristán no sabe es que Samuel también tuvo miedos y todavía hoy los tiene, aunque él piense que con 10 años uno ya no le teme a nada. Hasta yo los tuve.
Lo cierto es que a esas edades todo se reduce a un único miedo: la oscuridad, el miedo universal. Porque a la luz del día, bajo la cama sólo encontramos los zapatos y en el armario no hay más que ropa. Pero el miedo no se va por muchos años que tengas, sólo cambia, y si no me crees pregúntale a cualquier adulto: le temen al dolor, la pérdida, la muerte... pero no a la oscuridad porque, con la edad, le vamos cogiendo el gusto a la noche.
-Texto: Duna Loves
la oscuridad o miedo universal :(
ResponderEliminarun brazo !:)
molaba un monton cuando eramos asi de canijos y solo habia esos miedos y podiamos levantarnos tras caidas aparatosas
ResponderEliminarun beso duna! :)
Ay...la infancia y sus miedos. Besos.
ResponderEliminarTristán me recuerda ami de pequeña, yo era peor; cuando era pequeña tenía pánico porque pensaba que debajo de mi cama estaba el diablo, era horrible y un día me arme de vaor y miré debajo de la cama como era de esperar el diablo no estaba solo había unas cuantas de cajas de zapatos y para mi sorpresa encontre uno de mis muñecos favoritos desde ese momento perdí el miedo y ahora me rió pensando en ello.
ResponderEliminarCon este texto me has hecho volver 10 años atrás y recordar mis cosas de niña pequeña :)
Un besito enorme Duna, como siempre cada uno de tus perfectas entradas me sacan un nuevo sentimiento jajajaja
Nos leemos ^^
Me encanta como has terminado la historia :)
ResponderEliminarYo siempre le he tenido miedo al monstruo del armario y al de detrás de la puerta! jaja
Un beso enorme!
Que entrada tan magnífica.
ResponderEliminarEs cierto... le tenemos miedo a taaaantas cosas...
Siempre le tendremos miedo a la oscuridad.
ResponderEliminarA esa oscuridad que precede al último aliento.
A la oscuridad de las ausencias.
Siempre he considerado que el miedo más sabio es al propio miedo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el texto de todas formas, pero yo mi miedo lo dejo aquí plantado, y que vague solito; a ver si encuentra a alguien con quien danzar.
Muá
Todas las noches antes de meterme en la cama cierro las puertas del armario....
ResponderEliminarIncreíble, verdad?
El miedo es TAN malo en sí... qué hacer para deshacernos de él???
El miedo siempre van detrás de todos, pero es normal, no hay nadie que no tenga miedo:)
ResponderEliminares genial, me encanta¡
gracias por pasarte por mi blog, te sigo¡
muuuack
Una entrada que me ha despertado un sonrisa dulce. Este pequeño Tristán.
ResponderEliminar:)
Buena historia. ¿Quien no quiere dejarse seducir por la noche y esperar que nos depara ésta? Los miedos nunca desaparecen, aunque estén bajo nuestra coraza. Beijinhos.
ResponderEliminarSiempre tan interesantes tus entradas, Un beso (:
ResponderEliminarpues cuando tengo miedos de adulto caigo profundamente en ese miedo universal.
ResponderEliminar:)
que miedito >-< bonito texto !
ResponderEliminarbesotes!
Muchas gracias por comentar en mi blog!
ResponderEliminarUn beso desde http://welovestylee.blogspot.com/
Los miedos cambian tanto como cambiamos nosotros. (Aunque reconozco que, por las noches, me siento más segura arropada xD).
ResponderEliminarMe ha encantado :)
Un beso!
♥
EMME