Señores, la he vuelto a cagar. ¿Para qué andarnos con rodeos? Se acabaron las palabras bonitas. Y se confirma mi nuevo superpoder: convierto a los amigos en enemigos sin tocarlos. Superad eso.
Reconozco que es difícil rehabilitar una relación ya apuntalada, pero aún no hablamos de un derrumbe. Claro que si no está bien apuntalada, un soplido puede arrancarla desde sus pobres cimientos. Si tienes una buena construcción de base, pues genial. Pero, ¿y si aún así se deteriora? Hemos pasado brisas, vientos, vendavales y huracanes y creí que de todos habíamos salido más o menos enteros. Soy miope, no tengo remedio, pero siempre puedo forzar la vista por aquel que merezca la pena.
Aquí la cuestión. ¿Quién merece la pena? Porque yo no voy a apostar por salvar una relación donde la otra persona se dedica a echar tierra sobre nuestro propio tejado, continuando el símil de la casa –me habéis pillado de mudanza, no puedo evitarlo–. ¿Pero quién tiene el poder decidir sobre si otra persona merece la pena cuando no terminamos de conocernos nunca ni a nosotros mismos? Cuanto más tiempo pasas con una persona, más defectos le encuentras. Y ella descubre que tú también tienes los tuyos, claro. Por eso no podemos quedarnos en la fachada. Hay que profundizar, no perder nunca la ilusión por descubrir habitaciones nuevas y aprender a vivir con las más viejas y deterioradas.
Creí que ya estábamos en esta última parte, pero tú, después del recorrido, has dicidido volver a la puerta y juzgarme por el aspecto del felpudo. Y no voy a dar explicaciones a quien después de tanto tiempo sólo se queda con eso. Gracias por la visita.
Me ha gustado la entrada; me parece una reflexión muy acertada. No me apareces en el instagram. ;) Besos.
ResponderEliminarY es que no merece la pena darlas obviamente. Estoy muy de acuerdo con todo lo quedices.
ResponderEliminarMe gusta mucho, mucho, mucho la imagen. ¿Conoces love of lesbian? Me ha recordado mucho a las fotos de su álbum. ¡Un besazo!
ResponderEliminarVaya, siento mucho que te haya pasado eso. Lo que está claro es que si así ha sido es porque ya vendrá otro, que querrá los muebles viejos y explorar las habitaciones desconocidas.
ResponderEliminarSeguro.
Besos
Merecen la pena aquellas personas en las que sus virtudes son mayores que sus defectos... y a veces ni siquiera esto es así. Priman las personas que nos hacen sentir vivas, queridas. Priman las personas que te han sentir que TÚ primas. Es complicado, y hay veces que sientes que te has equivocado, pero bueno, nadie puede decir que no lo intentaste.
ResponderEliminarTe entiendo... o por lo menos me identifico. Ando en las mismas. :(
ResponderEliminarTanto tiempo sin pasar por aquí y me has vuelto a enamorar.
ResponderEliminarLas mudanzas a veces son difíciles (de echo yo también estoy de mudanza...), pero como tú bien has dicho, si después de tanto tiempo sólo nos juzgan por los felpudos, es mejor seguir calle abajo y mirar otras casas.
Mimí